En los trabajos de reformas relacionados con pavimentación, hoy en día el hormigón impreso presenta características inigualables:
El hormigón impreso decorativo es ideal para jardines y terrazas. En casas rurales, chalets o inmuebles similares, supone una de las pavimentaciones más interesantes en zonas exteriores.
En el jardín, con el hormigón impreso se realizan caminos con las formas más personalizadas. Se trata de un material que no tiene límites en cuanto a posibilidades estéticas, ya que no solo puede distribuirse a la medida (tomando líneas rectas o curvas) sino que se presenta en una gran variedad de dibujos, texturas, pigmentaciones...
La dureza del hormigón impreso se consigue aunando en la mezcla resinas, mortero, pigmentos... El sellado es un proceso fundamental, un proceso mediante el que el suelo quedará dispuesto y preparado cualquier condición de humedad.
Las pavimentaciones con esta clase de hormigón aguantan lluvias continuas, charcos y elevada humedad, así como calor y cambios bruscos en la temperatura. Son antideslizantes y muy fáciles de mantener.
Otra de las propiedades más importantes es la resistencia a la abrasión o a líquidos corrosivos. En zonas exteriores, con el paso del tiempo toda situación es posible, incluyendo el derrame de líquidos que deteriorarían otra clase de suelos exteriores. Los hormigones impresos se contraponen a otros suelos para exterior no sólo por su precio, sino por la ausencia de problemas a la larga.
Las filtraciones, roturas, inestabilidad, nunca se darán en hormigón impreso colocado por profesionales.
Es importante incidir en este hecho: no todo el mundo está preparado para llevar a cabo colocación de este tipo de pavimento. Se trata de un ámbito muy especializado, por cuanto la disposición del material se da in situ y sin que quepan errores; los fallos en la colocación, son muy difíciles de rectificar con posterioridad.